No todo en este blog trata sobre el las representaciones teatrales. A continuación comparto con todos la experiencia que tuve cuando fui a Cali Teatro, un pequeño teatro nacido del esfuerzo de algunos estudiantes por tener un espacio donde presentarse y ensayar. Un espacio que atrapa por su belleza y el tradicional estilo de los teatro de barrio. Un teatro que a pesar de ser pequeño hace un gran esfuerzo por seguir adelante y el cual sugiero visitar. Ubicado en el antiguo barrio San Antonio, al pie de la Calle 5ta este espacio hace sus presentaciones constantemente (creo que a lo largo del mes). Es un lugar fresco, ameno, y pues hay que apoyarlos para no perder esas raices caleñas que poseemos.
Bueno, no siendo más acá va la reseña.
Les quedo debiendo las fotos. Para la próxima lo tendré en cuenta.
Reseña de la
visita a Cali Teatro
Todos
recuerdan el Cali Viejo, el de los años 70´s, como una de las mejores épocas
que se han vivido en esta ciudad. La salsa empezaba a escucharse y a bailarse por
las generaciones que ahora reviven sus experiencias como cuentos lejanos de ese
bello resplandor, con nostalgia y añoranza. Con los Juegos Paramericanos del
año 72´s Cali pasó a ser una ciudad muy diferente. Los caleños lograron darle
un gran empuje a esta ciudad, la embellecieron a tal punto que fue reconocida como
una ciudad prometedora. Sin embargo, mientras
la mayoría de los jóvenes gozaban de los ritmos de la Salsa existía un mundo, casi
no recordado por los caleños de hoy, que al mismo tiempo, nacía desde el
corazón de los soñadores, de los “locos”, de los artistas que indagaban la
relación del ser con el mundo por medio de la experiencia a través del teatro y
los escasos escenarios que existían en ese entonces.
Con la unificación de actores se crearon paulatinamente los grupos de teatro que buscaban darle algo más que la Salsa, por la que era reconocida Cali. Se buscaba un espacio cultural donde se viviera las emociones, donde se construían ilusiones, sueños, esperanzas. Como resultado, en el antiguo barrio de San Antonio se congregaron la mayor cantidad de teatros de la ciudad, entre los cuales está Cali Teatro, que, como otros, nació del deseo de tener un espacio propio para ensayar y presentarse. Los diversos escenarios, como este, fueron visitados a medida que la oferta cultural empezaba a expandirse. Algunos teatros tienen un recorrido impresionante así como algunas historias interesantes, desde sus orígenes, sus primeras presentaciones, hasta el teatro actual. Sin embargo pareciera que estas son historias fueran ajenas a nosotros. ¿Podría una persona, incluso una que asiste frecuentemente a teatro, decirnos la historia o más bien, la importancia de un teatro específico de la ciudad? ¿Cómo fue esa creación? ¿Qué hicieron y quienes incursionaron un proyecto como estos?
Este tipo de preguntas son fundamentales para reencontrar las raíces históricas de la cuidad a la que pertenecemos, lo que a su vez se convertirá en la identidad como caleños. Sin embargo, aunque quiero explorar estas cuestiones, de las cuales nadie es ajeno, la inmensidad de esta enorme labor viene dada por el ¡desconocimiento de la historia misma y de la gran cantidad de teatros pequeños que surgieron repentinamente algunos en los años 70´s! El teatro Salamandra, el TEC, la Sala Julio Valencia, Domus Teatro, el teatro de Univalle, la Máscara, la Concha, Cali Teatro, todos tienen su propia historia por contar. Todos estos son únicos, sin embargo, solo me detendré en Cali Teatro ya que ha sido una experiencia totalmente gratificadora tener la oportunidad de conocer un poco más sobre este, tanto su historia como sus instalaciones.
Su historia empezó en los años 70´s. Un grupo de actores, algunos de Bellas Artes, en busca de lugares para hacer sus presentaciones, encontró una casa la cual era alquilada. Ellos terminaron comprando la casa con gran esfuerzo y la fueron remodelando con el tiempo, con sus manos. Todo desde su propio esfuerzo. Transcurrieron los años y sólo hasta 1992 lograron terminar el teatro. Todo muy rudimentario y recursivo.
Eso es lo que nos cuenta las fotos colgadas en las paredes de la casa-teatro. Entonces la imaginación empieza a jugar con el espacio de la misma casa. Los planos se sobreponen y vemos de repente a nuestro lado, la idea de teatro, las guaduas, las tejas, los ladrillos, el polvo, los trabajadores (quién sabe si entre estos estaban los actores), todo en blanco y negro. Saltamos a otro plano y se nos atraviesa el patio del teatro todavía con el césped, al estilo de las viejas casas de las abuelas, todo dispuesto como en los viejos tiempos. Giramos y vemos repentinamente a los caleños que se congregaban para entrar a la primera obra de teatro que presentaba el Foro de Actores Caleños, la disposición de las bancas del patio (que todavía se encuentran ahí pero en diferentes lugares), los cimientos, el sótano. Una historia que habla por sí misma.
Son fotos pequeñas que retratan un instante, un recuerdo, una voluntad. Vemos que hay otras. Llegan hasta lo más alto de la pared. Las más grandes exhiben los momentos en el escenario. Los movimientos quedan suspendidos, los gestos, las voces, que fueron alguna vez capturadas por una cámara. Un pequeño recuento del trabajo de estos actores, de compañías invitadas, que demuestran a los espectadores que no es necesario tener un teatro de gran tamaño para lograr grandes cosas. Imágenes que trascienden el instante, por ser una recreación del mundo, de la historia, del esfuerzo, en últimas, un retrato de nuestra alma.
Además de las fotos, lo que también impresiona son las programaciones o mejor dicho los carteles de los eventos (teatro y concierto ya que es una sala concertada) que están colgadas en las paredes, incluso en el baño. Detallamos su antigüedad, la obra, la fecha e incluso el precio de la entrada, todavía en ese peso que ahora nos parece tan anticuado. Los nombres saltan a la vista, obras, actores, compañías. De los pocos que recuerdo: La edad de la ciruela, la cual he visto en estos meses que se ha vuelto a presentar, no me acuerdo si en este mismo espacio, Prometeo Encadenado y otras obras de Esquilo y en un lugar entrañable, al lado de la escalera en espiral que lleva al control del sonido y las luces, Woyzek. ¿Cómo habrían sido estos tiempos estas presentaciones? ¿Cómo habría sido la presentación de Woyzek, un drama poético?
Las impresiones recibidas en un pequeño teatro producen un efecto mayor que cuando se visita un teatro grande y de ciudad como el Municipal o el Jorge Isaac. Todo está más a la vista y además exhiben más. Las fotos y los carteles lograron definitivamente este efecto. Pero aún falta más por mencionar sobre este teatro. El escenario y la tras-escena si bien son reducidos, ocultan espacios únicamente para los actores. Uno y luego otro piso hacia arriba y un sótano. Tras la pared que los espectadores ven, hay un pequeño lugar para prepararse antes de la presentación, un espejo para maquillarse. Se puede sentir o al menos imaginar la tensión previa a la entrada en escena.
La escalera lleva a unos pequeños cuartos. Los accesorios, la vestimenta, todo dispuesto para ser utilizado, para no ser olvidado. Los carteles seguían inundando las paredes con sus anuncios, como una especie de invitación a ser contemplados. Diversas sensaciones fueron apareciendo mientras las escaleras nos llevaban a las partes más altas. Una curiosidad por todo lo que se miraba, por saber qué se hace en un teatro y cómo lo hacen.
En definitiva, más que aprender sobre un teatro, cuál es la disposición del espacio, si es o no un teatro de corbata, la experiencia fue más cercana a lo qué significa un teatro de barrio y las implicaciones que tiene por ser éste un lugar donde se crea cultura, arte y vida. Un lugar pensado por un grupo de jóvenes que anhelaban a una Cali más interesada por la cultura y las diversas expresiones artísticas. A partir de la experiencia, pude recrear el mundo detrás del escenario, un lugar donde se crea la magia, la cual nos permite reencontrarnos e identificarnos. Un lugar que más que ser un espacio físico representa la pasión de un arte, de compartir con todos la vida y lo que encontramos en ella: las pasiones, odios, amores, venganzas, sorpresas, atrocidades, hermosura, desconsuelo, alegría, etc.
En conclusión esto
fue como una evocación a lo que fue alguna vez el Cali Viejo, a revivir y
rescatar en nosotros la historia de nuestra ciudad y de nosotros mismos. En
últimas, a imaginar y soñar.